KENDOSAN PRODUCCIONES presenta: "EL HOMBRE Y EL LIENZO"

  15-02-2020

21:00 H
TEATRO EL ALBÉITAR
Artes escénicas

Entradas (8 €): a partir de media hora antes de la función en la  taquilla del teatro
50% de descuento: Comunidad Universitaria, previa presentación de carné  universitario y DNI.

“Un artista que dibuja y habla. Un hombre que trata de descubrir quién es. Con sus pinceles, con sus palabras, nos atrapa en su mundo y nos invita a reflexionar sobre el arte y la vida. Comparte con nosotros sus fobias, sus miedos, sus fantasmas. Nos hace ver que arte y vida son, en ocasiones, células del mismo embrión creativo”.
Escrita y dirigida por Alberto Iglesias e interpretada por Javier Ruíz de Alegría.
Produce Kendosan Producciones.

ALBERTO IGLESIAS
Autor y director

En ocasiones, no muchas, los textos parecen desarrollarse al margen de la mano del autor. Partía de una idea: escribir sobre un artista que pinta un autorretrato. Y sabía que para poner en escena este texto necesitaba un actor que, además de poseer una curtida experiencia sobre las tablas, tuviera la habilidad del pintor,
porque EL HOMBRE Y EL LIENZO tenía que ser una combinación de teatro y pintura. Quería investigar sobre el proceso creativo del artista, ahondar en sus miedos, sus dudas, sus deseos, sus obsesiones. Quería escucharlo y quería verlo trabajar.

 Surge de pronto la historia de un hombre –podría haber sido una mujer- que arrastra consigo una ausencia poderosa, una pérdida que le ha dejado una herencia llena de incógnitas. Este artista vive, desarrolla su arte, siendo una incógnita para sí mismo. Se busca a través de los trazos, de los colores, de las formas que imprime en el lienzo y, mientras indaga, a medida que el lienzo toma forma, comparte con nosotros, espectadores, sus ideas sobre el arte y los descubrimientos sobre su propia vida, haciendo que nos preguntemos si arte y vida no son, en ocasiones, células del mismo embrión creativo.
Llevo pintando autorretratos toda mi vida, Le he respondido. Contundente. Con aplomo. Sincero. Una respuesta sincera. Un regalo para el crítico de arte. Y he continuado. Llevo toda la vida intentando autorretratarme. Para saber quién soy. Para poder mirarme cuando observe el lienzo. De verdad. Para poder mirarme de verdad.


Para poner en escena este texto necesitaba un actorque, además de poseer una curtida experiencia sobre las tablas –un monólogo es siempre un reto-, tuviera la habilidad
del pintor. AUTORRETRATO es teatro y es pintura.
No quería un actor que hiciera como que pintara,
sino un actor que realmente fuera un artista plástico. Cada
representación dará origen a una nueva obra pictórica, a un
nuevo autorretrato, diferente cada vez. Tengo la gran suerte de
contar con esa persona, con ese artista bicéfalo que domina
ambas disciplinas. Pese a esa ventaja inicial soy consciente
de que la dificultad de la puesta en escena es maridar la
acción base de la obra –un hombre que pinta- con el texto
–un hombre que habla-. Encontrar la armonía entre ambas
acciones –partamos de la base de que la palabra es acciónes
el objetivo y el objeto de este futuro espectáculo.

 He empezado diciendo que hay cosas que no se pueden definir. Que el arte es una de esas cosas.
Que si el misterio tuviera forma el arte sería un misterio polimorfo.
Que la propia naturaleza del arte es plurivalente.
Que cualquier intento de definir algo que no comprendemos,siempre nos conduce a la ambigüedad, a la abstracción.




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