Breviario del harén
En esta exposición muestro algunas de las fotografías que ilustran mi libro Breviario del harén, editado por Lobo Sapiens. Ya va siendo norma preocupante el que unas veces escriba inspirándome en una imagen recién salida del revelador, mientras que en otras en cambio modele un retrato basándome en el relato. De cualquier forma, el asunto llevaba mucho tiempo tangueándome la cabeza, demasiado. A trancas y barrancas salió adelante. Por fin lo sacudí de encima y puedo respirar tranquilo. O no, quizás sea ahora cuando empiecen los problemas.
Las fotografías, positivadas en gelatina de plata sobre papel baritado no plastificado, técnicamente son rayogramas, método inventado por el genial Man Ray en 1922. Esto es: no hay negativo que llevar a la ampliadora. Las danzarinas y el resto de personajes que pululan por la novela fueron compuestos a partir de mi propia costilla más un pedazo de celofán que se sitúa encima del papel sensible. Unas pocas, procesadas en mate, las he iluminado con lápices de colores.
Este trabajo literario-fotográfico es, según el frenólogo, consecuencia de lesiones cerebrales recurrentes, o como mínimo es consecuencia de un fetichismo arrinconado en lo profundo del subconsciente que de pronto hubiera despertado. En principio, el protagonista va creando tales hermosas hadas para su exclusivo deleite, pero pronto se corromperá en favor de terceros. Descubrirá entonces la soledad que conlleva la profesión de chulo, y descubrirá que en el fondo un artista respecto a su obra no es más que eso, un chuloputas.
MartinFerre
Casimiro Martinferre empieza como fotógrafo en 1980. Desde entonces y hasta hoy, sigue en la brecha del cuarto oscuro y los procesos químicos. En aquellos primeros años, expone en los más variopintos ruedos de la contracultura, en un afán quijotesco de acercar su visión a los recalcitrantes: bares, mesones, casas del pueblo, refugios de peregrinos, hogares del pensionista, instalaciones deportivas, incluso colgó obra en antros de perdición como el Bosque o el Chigrín. Lustros después, frustrado por tal misión estéril, desertó al bando contrario, el del arte oficialista, el de la cultura instituida. En esos yermos del desencanto está, haciendo la calle en museos y galerías de arte. Autor de los libros Ancares y Burbia, Manuscrito de los brujos, Territorio, Flores para mi funeral, y este Breviario del harén.