ANTONI CLAVÉ

“...la magia de Clavé es más intensa, más noble su misterioso barroquismo: más pintor, tal vez el pintor más inmediato y enigmático de nuestro tiempo. El más personal sin duda.”

A. M. Campoy

Nacido en 1913, su trayectoria ha sido siempre coronada por el éxito en todo aquello que ha emprendido. Maestro del arte litográfico, conquista Francia con sus series de primera etapa. Triunfa en la creación de carteles cinematográficos, siendo finalmente contratado por la Metro. El contacto con Picasso influye en su pintura, y buena muestra de esta etapa son las preciosas litografías sobre temas taurinos, de circo, arlequines etc. En los años cincuenta crea las series de pinturas y litografías de los reyes y guerreros muy personales y que le darían enorme éxito internacional.

Espíritu inquieto y renovador, nunca se ha estancado en formas de éxito y ha seguido experimentando en técnicas y materiales, creando un expresionismo abstracto de factura inconfundible en su diversidad por su composición y colorido personalísimo.

Su obra se encuentra en colecciones y museos de todo el mundo, incluso de Oriente, y su figura está hoy en la cima de la plástica catalana con reconocimiento internacional.

Vivió y trabajó en Francia, pero su obra, especialmente la anterior a 1950, remite a temas españoles, incluso “españoladas”: toros, caballeros y caballos, y posteriormente los homenajes al Greco, etc., siempre con un tratamiento personal y de vanguardia.

Titulamos la exposición ¨Clavé roi du gravure¨, en francés, porque su actividad artística se desarrolló en Francia y allí realizó su obra litográfica desde 1940, aunque no se inicia en el grabado al aguafuerte hasta 1965, en Barcelona, de la mano de su amigo Vila- Casas.

Con el grabado, Clavé encuentra el medio idóneo para dar rienda suelta a su pasión artesanal conservando al tiempo su sensibilidad artística. El descubrimiento de la técnica del carborundum en 1968 le abre un campo de nuevas posibilidades creativas que se manifiestan en la diversidad de obras que tienen el relieve como sello de la obra de Clavé.

Tal es su pasión y dedicación al grabado que crea su taller específico en paralelo con el de pintor, en Cap Sain-Pierre.

Premio de la UNESCO en grabado de la XVIII Biennale Internacionale de Arte de Venecia (1956), premio nacional de grabado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1995).

La especificidad de la actividad de artista grabador en el caso de Clavé le diferencia de la casi totalidad de artistas que trabajan el grabado, en el hecho de que Clavé fue un artista que NO trabajaba con un maestro grabador en la confección de sus grabados ya que él mismo realizaba el grabado por sí mismo en todas sus fases manteniendo en todas ellas la responsabilidad total y absoluta de la autoría de la obra, por él y solo por él, realizada.

La obra que se expone consta de 30 grabados representativos de su evolución, que abarcan desde sus inicios figurativos de los años 50, pasando por sus visiones expresionistas de reyes y guerreros, sus homenajes al Greco y sus impresiones gráficas, con relieves múltiples entre los que destacan las diversas series con guantes hasta los años 80.

Federico Fernández, comisario

Director de la Obra Cultural de Funiber.